El fin de las calderas de gasóleo obligará a una nueva inversión antes de 2031

El fin de las calderas de gasóleo obligará nueva inversión antes de 2031

Muchos edificios del centro se calientan aún con este sistema. Tendrá que cambiarse por gas, biomasa… y los fondos europeos ayudarán a la reforma energética

Estamos en un momento realmente interesante para el sector de la calefacción y el a.c.s. con grandes retos por delante. La sensibilización de la sociedad en cuanto a la protección del medio ambiente sin reducir el confort marca el desarrollo normativo. La Comunidad de Madrid, a través de su Fundación de la Energía (Fenercom) y la Asociación de Fabricantes de Emisores (Fegeca) organizaron dos sesiones (una presencial y la segunda online motivada por las circunstancias del COVID-19) en las que se analizaron el presente y futuro de este sector.

La UE se ha marcado unos objetivos de cara a 2030 que pasan por la reducción de, al menos,

un 40% menos de emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con 1990;

el 32% del consumo final de energía procedente de fuentes renovables y conseguir una mejora de la eficiencia energética del 32,5%.

Estas metas llevan inexorablemente a la transformación de los equipos de calefacción y

acs, afectados por las emisiones derivadas de los combustibles que utilizan para su funcionamiento, a la vez que buscan ser cada vez más eficientes.

Como se ha recordado en estas sesiones, en nuestro país estos objetivos han quedado recogidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), que de aquí

a 2030 se ha marcado, como mínimo, una reducción del 23% de los gases de efecto invernadero con respecto a 1990;

que la contribución de energías renovables sea como mínimo de un 42%, por encima de la media europea;

una reducción del 39,5% en el consumo de energía primaria y el más relevante: el 74% de generación eléctrica ha de ser renovable sobre el total de la producción eléctrica.

El siguiente escalón es 2050, fecha en la que España se ha propuesto alcanzar la neutralidad climática.

Pero todos estos objetivos han de pasar por un cambio normativo español.

El primer paso ya se ha dado con la modificación del Código Técnico de la Edificación y la próxima publicación del nuevo RITE, que tiene dos fases: una iniciada el año pasado, con el fin de la moratoria de 2018 en cuanto a calentadores atmosféricos, y la segunda, el Reglamento de Etiquetado Energético.

Todo esto obliga a las firmas a fabricar equipos cada vez con mayores prestaciones y con bajas

emisiones de NOX, con la meta puesta en conseguir la descarbonización de la economía.

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